Son múltiples las causas que provocan la saturación de las urgencias hospitalarias. Entre ellas cabe destacar el aumento y envejecimiento de la población, el aumento de las expectativas de salud de los ciudadanos, la falta de medios en Atención Primaria, etc. Pero vamos a centrarnos en el que nos parece más importante, el fracaso del modelo centrado en las urgencias hospitalarias.
Debido a la mala gestión de los responsables políticos padecemos un importante déficit en este tema, se han abandonado las urgencias del hospital a su suerte, aspectos tan básicos como la adecuación de recursos humanos en cantidad y calidad, la organización de las urgencias que actualmente es chapucera en la mayoría de los casos o simplemente brilla por su ausencia.
El desprecio por parte de los responsables políticos y gestores de las urgencias, más interesados en la alta tecnología, los TOP 20 y las células madre embrionarias, que en el día a día del padecer humano. Desde SIMAP hemos denunciado reiteradamente las carencias de las urgencias hospitalarias, y de atención primaria. Vamos a decirlo claro, la gente lo que quiere es que le solucionen sus problemas de salud, a ello tiene derecho por el contrato social que supone la sociedad del bienestar: “Pagamos con nuestros impuestos para ser atendidos dignamente cuando lo necesitamos”.
Los ciudadanos estarían encantados en ver solucionado su problema en el primer nivel asistencial. No nos engañemos, si la atención primaria dispusiera de medios, y me refiero a medios humanos suficientes para poder atender adecuadamente a la población, es decir tiempo suficiente, recursos materiales como medios de diagnóstico básicos (electrocardiograma, radiología y analítica básica) muchas patologías se resolverían más satisfactoriamente en atención primaria. ¿Qué ha pasado? Pues sencillamente que los medios a que nos referimos anteriormente no existen, los centros de salud están saturados y no hay prácticamente medios para afrontar la demanda de la población, con lo cual los ciudadanos, muy a su pesar, se ven en la necesidad de acudir a las puertas de urgencia de los hospitales para satisfacer sus problemas de atención médica.
En hospitales como el Doctor Peset la dirección no contrata a ningún médico para urgencias y cuelga el cartel de “Cerrado por vacaciones” en la Unidad Médica de Corta Estancia. De paso cierra cuatro salas durante julio y agosto (140 camas) en teoría para realizar “obras de adecuación”. Aquí podemos llevarnos las manos a la cabeza, pero la falta de inversiones en mejoras de los servicios de urgencias tanto en personal como en espacio físico es tan tremendo que siempre vamos por detrás de las necesidades. Para nuestros gestores de turno, sería algo parecido a lo que ocurre con los apagones en verano, que es culpa de los consumidores, que ponen el aire acondicionado todos a la vez.
Con
las urgencia pasa lo mismo: que es culpa de los ciudadanos que se ponen malos en
verano para desestabilizar el sistema.
Delegado Sindical del SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)