MÉDICO, PACIENTE Y
ORDENADOR
Juan Benedito Alberola
Presidente del SIMAP
(Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)
El
Mundo, 11 de agosto de 2006
La
implantación del Plan de Sistemas de Información 2005-2008 de la Conselleria de
Sanitat costará 45 millones de euros. Este Plan nos convierte en una Comunidad
Autónoma pionera en España (otros Planes nos han convertido pioneros en Europa).
Somos pioneros en casi todo. El usuario, sin embargo, raramente percibe los
beneficios de estos Planes. Se nos argumenta que se trata de Planes con
resultados a medio o largo plazo. Probablemente así será. Nadie puede ir contra
el progreso y la informatización de la Conselleria de Sanitat ha de ir
realizándose progresivamente y sin pausa.
Desde el punto de vista del SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública) varias consideraciones hay que exponer al respecto. La primera es que este Plan se realiza con derivación de recursos humanos asistenciales hacia estas áreas de gestión. Muchos de ellos de máximo nivel. Frente a la falta de solución colectiva a los problemas de la Medicina y de los Médicos (y, por tanto, de los usuarios) numerosos médicos pasan a realizar en exclusiva tareas de alta organización gestora, en ocasiones de informática. ¿Cuántos médicos están dedicados, relevados o ascendidos, para implantar el subplan Abucasis de atención integral ambulatoria?.
La segunda es que con la actual masificación de las consultas (cita de 6 pacientes cada 15 minutos más los pacientes sin cita, eufemísticamente llamados no demorables, en medicina de familia o citas de 60 niños en pediatría), es imposible que el médico pueda asumir, sólo y sin ayuda burocrática alguna, este Plan de Informatización. Si la relación médico-ordenador, imparable además de beneficiosa para el progreso, no se realiza al margen de la relación médico-enfermo, ésta desaparecerá y será sustituida por aquella. El usuario no se relacionará con su médico, sino en el mejor de los casos con un profesional que actúa dándole la espalda, de cara al ordenador y obteniendo-aportando información al mismo sin tener la relación diádica (que no dual) que supone la relación médico-enfermo. Ésta implica Ciencia (conditio sine qua non), pero también e ineludiblemente Humanidad. No estamos hablando de medicina veterinaria.
La tercera es que los profesionales de la Medicina han de recibir un adiestramiento en este Plan para que éste sea efectivo. Este adiestramiento supondrá además de esfuerzo personal un incremento presupuestario adicional para Formación.
En conclusión, sí al Plan de Informatización pero con recursos adicionales para contratar más médicos y para la formación de los mismos.
Y más importante, éste es el momento (al igual que se hizo en el sector de la enseñanza con la implantación de la LOGSE con el argumento de conciliar su novedosa y progresista aplicación con las peculiaridades de los recursos humanos vigentes) de programar un Plan de jubilaciones voluntarias incentivadas a los 60 años para los médicos que, reuniendo los requisitos, deseen incorporarse al mismo.