Así no, gracias

Publicado en Información de Alicante, 7-02-05

Amparo Moret García  

Médico Anestesióloga

Delegada Sindical SIMAP-Alicante



La asistencia sanitaria ha sido objeto reciente de un acuerdo con mínima representación de los médicos. Resultado del acuerdo, buscando una asistencia sanitaria de calidad manteniendo el modelo asistencial y conciliando con los derechos de los trabajadores, han surgido unas mejoras que considero engañosas. Sabemos que durarán hasta finales del 2007 (pasadas las próximas elecciones autonómicas). Qué oportunidad. Se aumenta la retribución de la hora de guardia en unos 2 euros brutos este año, y de modo similar posteriormente. Además, la Administración controlará anualmente la salud de los médicos con edad de hacer guardias (no a todos los trabajadores, cosa deseable) y cuando estén exentos por enfermedad, si son considerados «aptos» serán obligados a realizarlas, «para garantizar la cobertura del servicio».
Impresiona que la atención a la población se pretenda mantener mediante revisiones médicas y no contratando más profesionales. Actualmente, cumplidos 46 años, podemos dejar de hacer guardias (si la cobertura del servicio lo permite, pero frecuentemente no lo permite). Cuando dejamos de realizar guardias la nómina se resiente, porque ganamos un sueldo medianamente digno ampliando nuestra jornada laboral en forma de guardias obligatorias.
Este acuerdo ofrece la «oportunidad» de ampliar nuestra jornada ordinaria para compensar la pérdida adquisitiva, mientras que la Administración incrementa la actividad sanitaria. Sería razonable, pero tenemos que tener 55 años y haber estado haciendo guardias durante siete años seguidos en los últimos diez años. Paradójico... hemos de realizar guardias hasta los 52 años para ello. Los médicos extrahospitalarios realizan la atención continuada, sin pago de nocturnidad y mayoritariamente sin limitación de jornada; además existen médicos que realizan esta atención continuada única y exclusivamente, mediante «contratos basuras» (llamados así por la desproporción entre la gran responsabilidad exigida y la escasa retribución). Se mejoran algunos aspectos en estos nombramientos de atención continuada, no en los contratos.
También se restituye el cobro de guardias/atención continuada durante la enfermedad común (qué menos, porque son obligatorias) pero únicamente las tres primeras guardias (aunque se realicen más, de forma obligada).
La formación sigue reducida a 40 horas anuales de permisos, y conciliar la vida familiar y laboral se logra prácticamente a costa de demandas judiciales. Las jornadas mínimas ofertadas (126 horas) pueden ser manipuladas como «casos excepcionales debidamente justificados», con impotencia de los contratados. Menos publicidad merece la subida salarial de las guardias, ya la sentencia del Tribunal de Luxemburgo (Asunto SIMAP) estableció que el trabajo durante la guardia es idéntico al ordinario. Entonces ¿porqué no se paga como hora ordinaria?. Eso sí sería una mejora.
Cualquier empresa considera extra-ordinarias aquellas horas que sobrepasan la jornada ordinaria, y son mejor retribuidas. Igualarnos a ellas sería un logro, lo pactado un abuso. Extraña en este acuerdo el olvido de nuestros compañeros en formación (MIR), mano de obra barata de la Administración que explota su entusiasmo y su juventud. Con este acuerdo el ciudadano también es perjudicado, sufriendo el trabajo de unos médicos cansados y desesperanzados. Otro golpetazo a la sanidad pública, la sanidad de todos.