SIMAP-CLM VERSUS SESCAM
Dr. D. Eduardo Miralles Serrano Presidente del SIMAP-CLM (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública de Castilla La Mancha)
y Dr. D. Juan Benedito Alberola Presidente del SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)
PUBLICADO EN GACETA MÉDICA EL 6 DE NOVIEMBRE DE 2006
Valencia-Cuenca, 2 de noviembre de 2006
En la VI Aula Abierta de Sanidad organizada por Gaceta Médica, el Consejero de Sanidad de Castilla la Mancha el Sr. Roberto Sabrido expresa de forma categórica que no entiende que se expresen argumentos intelectuales en contra de su política de recursos humanos. Ante la supuesta falta de médicos responde que no va a renunciar a que un médico polaco venga a nuestro sistema sanitario, pues, aduce que en la Europa Comunitaria hay libre circulación de profesionales.
El SIMAP-CLM (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública de Castilla la Mancha) pasa a explicarle algunos conceptos para su mejor comprensión del tema. La libre circulación de profesionales no es absoluta, pues, queda matizada por la normativa interna de los países miembros. Nuestros compañeros médicos polacos quedan supeditados a la homologación de su título de especialista por el Ministerio de Educación, pero también al requisito sine qua non de su capacitación lingüística en castellano, como sucede en los países anglosajones que exigen el conocimiento del inglés a los médicos españoles que allí acuden a trabajar.
Un ejemplo de que el Sr. Sabrido está equivocado lo tenemos en la sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Cuenca que anula una Orden del Director Médico del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, que imponía un doble número de guardias a los médicos del Servicio de Anestesia con la finalidad de garantizar la analgesia epidural durante el parto. De entrada, decir que las mujeres no desean como dogma de fe la analgesia epidural, sino que luchan por una suficiente información durante el embarazo que les permita elegir entre opciones más o menos medicalizadas de la asistencia al parto. Esta y no otra es la polémica mediática actual.
El magistrado le recuerda al SESCAM que la época autoritaria del argumento “necesidades del servicio” ya ha pasado y que los preceptos constitucionales han de ser respetados y compatibilizados. El derecho a la protección de la salud de la población ha de ser necesariamente coordinado con el derecho del médico a que el poder público vele por su seguridad e higiene en el trabajo garantizando el descanso necesario mediante la limitación de la jornada laboral y la programación de vacaciones periódicas retribuidas. También le recuerda que el trabajo en las horas de guardia conlleva en la práctica un mayor desgaste profesional. Esta circunstancia, que el sentido común aprecia con facilidad, ha sido establecida por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de Luxemburgo en su sentencia del Asunto SIMAP en la que declaraba que un médico durante su jornada de guardia hace como mínimo el mismo tipo de trabajo que durante su jornada ordinaria y que, además un médico que hace jornada ordinaria más la jornada extraordinaria de guardias es un trabajador a turnos. En la sentencia también se dice que programar planillas teóricas de trabajo de cerca de 48 horas a la semana, sin tener en cuenta la naturaleza humana del médico sujeto a los avatares propios de la vida (bajas laborales, periodos vacacionales) conduce en la práctica a hechos probados como que los anestesistas trabajan 54,2 horas a la semana.
De cómo comprende el SESCAM el derecho aplicado a los médicos citaremos otro comportamiento del Sr. Sabrido. Cuando una mujer médico le solicita una reducción de jornada para el cuidado de un hijo menor de 6 años, la aplicación consiste en reducir la jornada ordinaria, pero mantener o incluso aumentar la jornada extraordinaria de guardia con lo cual el derecho deviene en nulo y el abuso en práctica habitual.
El SIMAP-CLM está en contra del abuso laboral a que se somete a los médicos, en contra de exportar médicos mientras se dice que faltan y en contra de que no se efectúe ninguna conciliación de la vida familiar y laboral de la mujer médico. Y exponemos que mantendremos la huelga, que ya dura 120 jornadas, en el Servicio de Anestesia mientras no se negocie con el Comité de Huelga. Ante nuestra actitud flexible, dialogante y condicionada al beneficio de la población y al mantenimiento de una relación médico-enfermo satisfactoria nos encontramos con una actitud autoritaria, insuficiente y débilmente argumentada, que nos obliga a acudir a los tribunales de justicia y que parece querer mantener aquella tristemente recordada planificación de una sanidad sin médicos.