Publicado en Levante-EMV el día 14.01.2012
Esta afirmación no es nueva y este Decreto-ley de medidas urgentes para la
reducción del déficit en la Comunitat Valenciana y muchas de las actuaciones que
tiene previstas la Conselleria de Sanitat para el 2012 vienen a reforzar esta
denuncia histórica de los profesionales de las instituciones sanitarias de
nuestra Comunidad. La Conselleria de Sanitat no confía en sus profesionales ya
que su actitud se fundamenta en: control externo, más control externo, oídos
sordos a los profesionales y retirada de las medidas de incentivación.
Así, cada una de las medidas que ha tomado la Conselleria a lo largo de los
últimos años ha supuesto para el personal y en concreto para los médicos y demás
facultativos mayor sobrecarga de trabajo, menor tiempo para su realización,
menor autonomía para realizarlo, menor autoridad para aplicar aquello que
entiende necesario, y por el contrario mayor burocratización y más cargos
directivos que imponen sus criterios sin contar con la opinión de aquellos que
tienen que llevarlos a cabo. Medidas que teóricamente debían suponer mejoras en
la calidad de la asistencia al ciudadano como la historia clínica informatizada
y el programa Abucasis han supuesto un gran impedimento a la hora de atender a
los pacientes. Este programa se concibió fundamentalmente como mecanismo de
control del gasto farmacéutico y no para ser una base de datos ágiles del
historial clínico del paciente al que podía accederse desde cualquier centro en
el momento que éste acudiera por un problema de salud. Gracias a él no se
perdería tiempo en averiguar cada vez los antecedentes de sus patologías
previas, la medicación que toma, sus alergias, etc. La excesiva complejidad del
Abucasis al convertirse en un instrumento para la recopilación de datos y
control del gasto hace que no resulte útil en la práctica clínica. Hoy por hoy,
es uno de los mayores obstáculos para los médicos que destinan más tiempo
durante la visita a rellenar los datos de todos los apartados y a los problemas
que presenta este programa informático que al propio paciente. Situación que
agrava la falta de tiempo del que dispone el facultativo por la saturación de
las consultas, resultado de la falta crónica de contratación de personal y el
enorme volumen de pacientes asignados a cada médico.
Un dato relevante es que los facultativos son los gestores de cerca del 80% del
gasto sanitario de la Comunidad: gasto farmacéutico, exploraciones
complementarias, intervenciones quirúrgicas, estancias hospitalarias, etc. Sin
embargo, están amordazados y no disponen de tiempo para poder hacer su trabajo
adecuadamente. Los planes del Conseller siguen insistiendo en la línea del
control del trabajo de estos profesionales desde los servicios centrales de la
Conselleria con nuevos cargos que supervisen a los médicos asistenciales. Como
el clásico chiste de cada vez más patrones para la misma tropa o, como recoge
este decreto-ley, para cada vez menos remeros.
Pero sigue insistiendo el Sr. Rosado en que es necesaria la implicación del
profesional sanitario y hay que vencer todos los obstáculos que la dificultan.
No da la impresión de seguir una línea coherente al respecto. Sumado a lo
anterior nos encontramos que, siendo la carrera profesional la parte de las
retribuciones que premia la implicación del profesional con la Sanidad su buen
hacer durante años y la continuidad de esta implicación ¿Por qué aplica una
reducción salarial de una cuantía y de una falta de equidad tan grande como la
de disminuir el 50% de las retribuciones en el complemento de carrera
profesional? ¿Y porqué desde hace dos años niega el acceso a esta carrera
profesional a todos aquellos facultativos que han superado una durísimo concurso
oposición que está durando casi cuatro años? ¿Qué espera obtener con este
maltrato crónico de su personal?
Concha Ferrer Tuset.
Facultativo especialista en Medicina Interna del Departamento de Hospital Peset
Secretaria del Sindicato de Médicos de asistencia Pública de la Comunidad
Valenciana (SIMAP-CV)