NUEVAS CATEGORÍAS PROFESIONALES DE MÉDICOS

Dr. Juan Benedito Alberola

Presidente del SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)

 

Publicado en El Mundo el  24 de diciembre de 2008

 

 

De siempre, en Medicina, han existido las especialidades médicas. La complejidad de la medicina supuso que fuera la carrera universitaria más larga (seis años frente a los cuatro o cinco de las demás) y no digamos su diferencia frente a las ahora carreras de grado medio, como la enfermería. El avance imparable de la ciencia médica necesita la especialización de los médicos (cuatro o cinco años añadidos para lograr la competencia adecuada). Unos ciudadanos, los más inteligentes y más esforzados, desde que existe el numerus clausus en las Facultades Universitarias, consiguen conocimientos para revertirlos en la sociedad que los ha preparado. Frente a esta realidad clásica que convirtió a los médicos en la vanguardia científica, además de vanguardia social (siempre con las ideas más avanzadas) y humana (siempre con los más necesitados, a través de esa relación médico-enfermo satisfactoria que conservamos pese a todo), surgen voceras que hablan de categorías profesionales. Desde toda suerte de auxiliares a las especialidades médicas, todos son categorías profesionales. Y desde incluso los mismos médicos surgen también defensores de las categorías profesionales. Estas categorías aparecen para enmascarar la falta de consistencia específica de algunas áreas del conocimiento, como por ejemplo las urgencias (que no emergencias) médicas. Tal vez sería tolerable esta categoría, que no especialidad, de forma transitoria por cuestiones de índole organizativo.

 

Pero grupos de médicos ultraconservadores, defensores de unos privilegios individuales, organizados en entidades de adscripción obligatoria o que nunca se someten con su nombre al juicio de las urnas electorales, hablan incluso de nuevas categorías profesionales.

 

Esos voceras dicen:¡No hay sustitutos!, con lo que implícitamente abogan por la categoría profesional de médico sustituto. La pregunta surge: ¿Dónde estará ese médico sustituto?

 

Quieren médicos de segunda (sólo urgencias) y de tercera (sólo sustituciones). Claro estamos hablando de la medicina del Sistema Nacional de Salud (SNS).

 

Ya está bien de malas intenciones. En el SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública) lo tenemos claro. Queremos plantillas de médicos de dimensiones adecuadas para atender las necesidades de nuestra sociedad sin listas de espera ni tiempos de consulta ínfimos. Queremos ofertas de empleo anuales, con traslados previos, y sin comisarios políticos en los tribunales. Queremos asociaciones de adscripción voluntaria. Queremos que nuestras condiciones de trabajo sean decididas con interlocutores sólo médicos elegidos en elecciones libres, donde todo el que quiera se presente con su verdadero nombre, dentro de un censo de electores médicos. .

 

Toda la sociedad puede y debe opinar sobre el modelo de SNS, si finalmente decidimos que éste es el modelo de asistencia que desea la sociedad. Pero sólo los médicos deben negociar sus condiciones laborales en el SNS. Y recordemos que, en la actualidad, para ser médico sólo se necesita vocación, esfuerzo e inteligencia.

 

 

¡¡Queremos OPEs anuales con traslados previos y Tribunales por sorteo!!