GUARDERÍAS EN LOS HOSPITALES
Dr. Juan Benedito Alberola
Presidente del SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)
Publicado en Diario Médico el día 8 de junio de 2007
La reciente entrada en vigor de la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres ha supuesto un avance muy importante para la sociedad en el tema de la Conciliación de la Vida Familiar y Laboral de las Personas Trabajadoras. Madres y padres tienen menos complicado no tener que sacrificar uno de estos aspectos vitales en detrimento del otro. Es inadmisible plantear el dilema “o familia o trabajo”.
Las mujeres tienen todavía mayor dificultad. Es frecuente leer declaraciones de mujeres trabajadoras que manifiestan que si han logrado llegar a cotas muy altas en su trabajo es debido a que implícitamente han renunciado a su vida familiar. Ejemplos los podemos encontrar sin gran esfuerzo en nuestra actual escena política y social.
La conciliación necesita medidas ingeniosas para que las empresas privadas no se resientan en sus beneficios y para que las administraciones públicas continúen con su buen funcionamiento. Programar para que el empleado público lo pueda hacer resulta mas o menos difícil, pero posible para unos trabajadores con horarios generalmente de lunes a viernes de 8 a 15 horas. El problema se complica en los empleados públicos que trabajan en servicios que se prestan según la fórmula 24x7x365, es decir, 24 horas al día los 7 días a la semana durante los 365 días al año. Pero todavía es más difícil si también es la prestación laboral del trabajador la que se realiza durante 24 horas seguidas. Y aquí nos topetamos con las guardias médicas de 24 horas ininterrumpidas de trabajo realizadas por mujeres y hombres. Surge de repente la pregunta con respuesta milagrosa. Sí, las médicos españolas han conseguido tener una vida familiar. Sí, han tenido hijos. Sí, han dado lactancia materna a sus hijos. Sí, no han roto sus matrimonios. Sí, han conseguido escalar profesionalmente.
Pero no hemos de confiar en los milagros y se han de tomar medidas para facilitar el tema. Desde el SIMAP hemos conseguido la exención de guardias durante el embarazo y lactancia por el sistema de mera notificación. Rábulas hay, sin embargo, que todavía opinan que la reducción de jornada por cuidado de menor se ha de efectuar sobre la jornada total (ordinaria más guardias) con lo que el derecho deriva en nulo. Gestores hay que no contemplan la aplicación de la prohibición del trabajo nocturno en las mujeres médicos embarazadas y les programan jornadas de guardia de 24 horas ininterrumpidas.
Hay una medida que debe ser aplicada de una forma prioritaria frente a los gastos de campañas publicitarias, burocráticas o informáticas y es la instauración de guarderías en las instituciones sanitarias hospitalarias para las mujeres médicos que trabajen 24 horas seguidas (o 31 horas en las comunidades autónomas donde todavía no se produce la libranza obligatoria y remunerada, consecuencia directa de la aplicación de la sentencia del caso SIMAP del Tribunal de Luxemburgo tanto en el personal especialista como sobre todo en el personal MIR en formación). Imaginémonos, además, si la familia es monoparental. El funcionamiento de las mismas ha de tener características especiales, pues, han de funcionar las 24 horas al día. No se comprende que organismos públicos como los sanitarios