CONFUSIÓN E INSUFICIENCIA DEL DECRETO MIR                                               

   Dr. D. Juan Benedito Alberola

             Presidente del  SIMAP (Sindicato de Médicos de Asistencia Pública)

       Publicado en Diario Médico el 21 de febrero de 2006

 

En una campaña mediática moderada, si la comparamos con otras iniciativas, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha emitido una nota de prensa con fecha 9 de febrero de 2006 en la que anuncia haber logrado un Acuerdo sobre el Borrador de Real Decreto de Regulación Laboral de los médicos MIR. Nos crea confusión  y nos motiva a analizar su insuficiencia.

La confusión se centra en dos motivos. El primero de ellos es que el Ministerio afirma que el Acuerdo ha sido suscrito de forma unánime por todas las centrales sindicales representativas del sector sanitario, mientras que por otra parte alguien  dice que no lo ha firmado. Me creo la versión del Ministerio. El segundo de ellos es que en el preámbulo se citan Órdenes Ministeriales de 1969 y 1971 que crearon el Sistema MIR, pero no se hace referencia a que la consecución del contrato laboral de trabajo sujeto al Estatuto de los Trabajadores se tuvo que conseguir en la huelga de más de un mes de duración de los médicos MIR a finales de 1975.

  La insuficiencia viene dada por diferentes motivos. El primero de ellos es que siendo los médicos MIR personal en formación, en vez de protegerlos más, el texto rebaja las garantías básicas del Estatuto de los Trabajadores. El segundo es que habiendo reconocido la jurisprudencia del Tribunal Supremo  como ilegales la “no libranza después de la guardia de 24 horas” y “el exceso de jornada por encima de lo marcado por las Directivas Europeas” (sentencias de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de fechas 15 de febrero de 1999 y 18 de febrero de 2003 ante conflictos colectivos planteados por el Sindicato de Médicos de Asistencia Pública-SIMAP-), el texto posibilita estas prácticas abusivas. El tercero es que en contra de la línea de los Planes Concilia gubernamentales, está contemplada la posibilidad de que la mujer embarazada trabaje doce horas seguidas, incluso en horario nocturno. Ello va en contra tanto de la evidencia científica (existe serio riesgo para la salud de la madre y del niño, con responsabilidad penal del que lo provoque) como de la legalidad (el Estatuto de los Trabajadores lo prohíbe). Unos últimos motivos son el mantenimiento de unas retribuciones muy bajas y de la posibilidad de utilizar a los médicos MIR “en vez de” y no “además de” los médicos Especialistas.

  Sin embargo, hay que reconocer que este texto ha cambiado su tono respecto de los Borradores previos que podrían calificarse de brutales. A pesar de ello el texto actual continúa siendo bioéticamente inaceptable (la línea actual de la bioética considera dentro de su ámbito las condiciones laborales de los trabajadores de la Medicina). En este cambio de tono debe haber influido el Borrador alternativo del SIMAP, aunque evidentemente los aspectos “revolucionarios”  del mismo no han sido admitidos (el acceso a la condición de Personal Estatutario durante periodo MIR y la situación de Expectativa de Destino tras haber superado positivamente dicho periodo).

  Las Disposiciones Adicionales sobre la discapacidad y sobre la violencia de género son sorprendentemente garantistas frente al resto del texto que continúa siendo una patente de corso para la Administración Sanitaria.

 

En fin, esperemos que como todavía tiene que ser informado por el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo Económico y Social y el Consejo de Estado alguien advierta que no se puede tratar así a un colectivo de españoles simplemente por el hecho de ser Médicos y se modifique adecuadamente. Si no fuera así, con el Estatuto de los Trabajadores estamos mejor.